22 de abril, 2015 por Steven Pavlina
A la fecha de este articulo, he sido vegano por más de 18 años (vegetariano por 22 años). Anteriormente ya había escrito acerca de la transición al veganismo, la cual experimenté durante los años 90’s. Esta vez compartiré algunos pensamientos y sentimientos sobre cómo es el ser vegano en comparación a convertirse en vegano, especialmente respecto a la vida en un mundo no-vegano.
Perspectivas y Comportamientos
Yo percibo a los animales como hermosos seres vivos. No como productos, consumibles o entretenimiento. No quiero ser vinculados a ellos con actitudes de fuerza, control o violencia. Podría vencerlos y tomar su carne, huevos y leche como muchas personas lo hacen, pero decido no hacerlo. Esa no es la relación que deseo tener con los animales de este mundo.
Prefiero cultivar una actitud más amorosa y pacifica hacia los animales. Los siento como mi familia extendida. Ellos son mis hermanos y hermanas, formas de vida compañeras compartiendo juntos un viaje sobre la tierra.
Un colibrí vive en un árbol afuera de la oficina de mi casa. Casi todos los días, escucho el zumbar de sus alas mientras flota en el aire cerca del nido que construyó. No puedo imaginarme robando sus huevos – o los de cualquier otra ave – y convertirlos en el desayuno.
Si, es una especie diferente, pero aun así es mi hermana. Me parece hermosa… preciosa… increíble. Me deleita el interactuar con ella. Me siento afortunado de que haya elegido construir su hogar tan cerca de mí. Su presencia ilumina mi día. En ocasiones pía. A veces hablo con ella. Tal vez no comprendamos nuestros lenguajes, pero de algún modo aun así nos entendemos.
Su cuerpo entero pesa menos de una onza. Mi cerebro de tres libras es mucho más complejo que su pequeño cerebro de un gramo. Podría mirarla con superioridad, pero eso solo podría derivar de la ignorancia. Que tan superior me podría sentir mientras ella flota y se desliza por el aire con tanta gracia mientras yo permanezco pegado al suelo?
Aun con su cuerpo y cerebro tan pequeños, tiene mejor vista y oído que yo. Puede ver la luz ultravioleta. Es una de las aves más pequeñas del planeta, pero aun así vuela más rápido de lo que el ser humano más veloz puede correr. Sus alas aletean 70 veces por segundo Puede volar hacia los lados e incluso de arriba abajo. Puede recordar cada flor que ha visitado, y puede predecir con certeza cuando cada una tendrá más néctar para ella. Eso es especialmente impresionante dado que visitará alrededor de 1,000 flores por día. Muchas plantas dependen de ella para la polinización. Si yo soy más genial que ella, me falta mucho para demostrarlo.
A principios de año pase una semana en una pequeña granja en el sur de España con un perro, gallinas y cabras bebés. Amé conectarme con estos animales. Pasar tiempo con ellos fue placentero y restaurador. Estoy fascinado por la belleza, inteligencia y elegancia de los animales, incluidos aquellos que la gente transforma en productos.
Me entristece profundamente que otros humanos puedan desechar la maravillosa naturaleza de estos maravillosos seres, tratándolos como meros objetos para ser manipulados en el plato de la cena – como especies más débiles para ser dominadas y controladas.
Solamente en los Estados Unidos, cerca de 10 billones de animales son matados para ser comidos – por humanos – anualmente.
¿Cómo puedo cerrar mi corazón ante tanto dolor? No puedo. Realmente duele.
Relacionarse con Otros Humanos
Mi relación con los animales afecta en gran medida mis relaciones con otras personas.
Encuentro difícil poder experimentar un verdadero acercamiento e intimidad con personas que creen tener el derecho de tratar a los animales como productos para comer o vestir. Incluso después de tantos años en este camino, dichos comportamientos todavía me parecen estresantes y dolorosos de observar. Me siento triste y desilusionado cuando veo que la gente trata a un miembro de mi familia extendida como un casual consumible. Es como formar parte de una familia que esta en guerra entre si.
No encuentro prudente el evadir a dichas personas por completo, y tampoco deseo declararles la guerra, pero su actitud violenta hacia los animales me dificulta mucho más el poder distinguir su belleza, elegancia e inteligencia de la forma tan sencilla como lo hago con los animales.
Me considero una persona sociable, y me gusta relacionarme con amigos, pero me cuesta cultivar amistades profundas con mucha gente debido a la forma en que interactúan con mi familia extendida. Así que generalmente mantengo mi distancia con dichas personas. Limito exponerme a sus perspectivas y actitudes. El sobre-exponerse es doloroso.
Anhelo honestidad e intimidad en mis relaciones, pero es arriesgado compartir mis verdaderas emociones con los demás. Compartir mi sentir hacia los animales puede percibirse como una afrenta para aquellos que los ven como productos. Entonces algunos sienten deseos de venganza. Algunos incluso lo han llevado a cabo.
Prefiero no llegar a esta realidad con la gente, entonces tiendo a distinguir situaciones, también con las amistades, que parecen estar en riesgo de alcanzar este punto. Hago lo que puedo para dejarlos olvidar que existo.
Claro que la gente sabe que soy vegano, pero usualmente no logran ver que tan profundamente me preocupo por los animales. Los dejo pretender que observarlos comer su carne o vestir sus pieles no me afecta, aunque así sea. Con poca frecuencia de reunión y suficiente casualidad en los vínculos, este grado de autoengaño frecuentemente puede mantenerse por vario años. Pero a la larga, si ellos no rompen la relación primero, eventualmente lo hago yo. Se vuelve demasiado difícil preocuparse por alguien que mantiene una relación abusiva con otros seres que también me importan. Encuentro más fácil el dejar ir y comenzar de cero con alguien más.
Debo reconocer que, estas conexiones se sienten un poco vacías. Me dan oportunidad de socializar, pero no son muy satisfactorias, así que comúnmente no hago mucho esfuerzo para mantenerlas. Un lazo casual se desvanece, pero no se pierde nada de substancia. Otro pronto toma su lugar, pero sin obtener nada de substancia.
El Amor
Por supuesto existe otro modo de relacionarse con otros humanos, uno mucho más positivo y que sobre todo nivela la balanza.
Esta es la habilidad de experimentar un profundo y duradero amor con una compañera vegana que se relaciona con los animales del mismo modo que yo, así como mi novia de más de 5 años. Estar en una relación con ella es alegría pura. Cada vez que la veo, mi corazón sonríe. Me siento tremendamente agradecido por su presencia en mi vida.
Es indescriptiblemente hermoso el conectar con alguien que ve lo que veo y siente lo que siento, alguien que enfrenta los mismos retos y conserva las mismas tristezas y decepciones. Cuando soy testigo de su espíritu no violento, mis defensas caen, mi corazón se expone desnudo ante ella, y no puedo evitar sentir un intenso amor por ella. Y también me ama profundamente, pero no solo a mí. También ama a mi familia extendida, y los trata con respeto y reverencia. Y así el amor que siento por ella se multiplica por diez.
He logrado ver que es imposible que alguien me ame de verdad si ellos no aman a los animales. Es imposible para alguien ser sincero y verdadero amigo mío si no ama a los animales.
Aquellos que convierten en producto su relación con los animales también convierten en producto su relación conmigo. Solo puedo ser considerado un contacto casual para estas personas. Si no logran percibir la belleza y majestuosidad de un ave, una vaca, o un cerdo, tampoco serán capaces de percibirme a mí. Esa es toda la atención que puedo darle a las personas que me ignoran. Prefiero asolearme en el afecto de aquellos que pueden verme… porque ellos ven a toda mi familia, y únicamente puedo ser realmente percibido bajo este contexto.
Esto es difícil de admitir, mi corazón quiere acercarse y relacionarse con otras personas – con todas las personas. Quiere ser parte de la humanidad, ser tratado como un miembro valioso de la familia humana ser privilegiado en comparación a un simple extraño. Pero no puedo sacrificar la relación con mi familia extendida al relacionarme con otros humanos en su continua guerra contra el resto de la familia. Mi lealtad esta con la familia mayor, no con la más pequeña.
En mi corazón realmente deseo una transformación mundial en la forma en que los humanos se relacionan con los animales. Deseo vivir en un mundo que reconozca la belleza, elegancia e inteligencia de otras especies. Deseo mirar a los humanos absteniéndose honorablemente de usar su fuerza superior contra familiares que no tienen esperanzas de poder defenderse. Deseo el fin de la guerra en contra de los animales. Anhelo el día que pueda decir, “soy humano,” sin sentirme avergonzado de serlo.
Todavía puedo sentir paz en el mundo tal y como es, pero tengo que reducir al mundo para lograrlo. Somos solo mi novia y yo… solo el colibrí y yo… solo la belleza, elegancia e inteligencia que percibo en este momento. Puedo disfrutar eternos momentos en los que no existen la violencia, el resumir la vida en un producto, la desconexión – solo armonía y uniformidad. En estos momentos puedo respirar.
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1 de Noviembre Día Mundial del Veganismo